Ex miembros de la misión
dijeron que siguen firmes en sus
denuncias contra la entidad.
El grupo de ex
miembros de la Misión de
la Virgen del Pozo
lamentó ayer que esa
organización haya
celebrado una “procesión
de desagravio a la
Virgen” en Sabana
Grande, por entender que
se trata de “un engaño
al pueblo devoto” y
demuestra su actitud de
reto hacia la Iglesia
Católica, a la que
pretenden estar
adheridos.
Una portavoz del
grupo, Ana Colón, señaló
que “los líderes (de la
misión) han estado
jugando con palabras al
llamar desagravio a esta
actividad, engañando al
pueblo devoto y tratando
de hacerle ver a la
gente que las denuncias
que hicimos
recientemente eran una
campaña para hacerle
daño a la Virgen, cuando
no es así”.
Colón dijo que el
grupo de ex miembros se
mantiene “firme en que
las denuncias son
ciertas y que son contra
un grupo sectario en
particular, que es la
Misión de la Virgen del
Pozo y sus prácticas; no
son denuncias contra la
Virgen ni contra una
devoción mariana”.
En mayo pasado, el
grupo denunció que el
líder espiritual de la
misión, el llamado
vidente Juan Ángel
Collado, y la alta
jerarquía de siete
líderes conocidos como “columnas”,
imponían castigos
corporales por actos
como la desobediencia a
los superiores. También
denunciaron presuntos
abusos sexuales por
parte del “vidente”
Collado, quien le habría
inculcado a al menos dos
seguidoras que él era un
“ángel en descenso”
obligado a “conocer el
pecado” y que ellas
habían sido escogidas
para saciar sus
necesidades mundanas.
También denunciaron
que los líderes imponían
a los miembros que han
hecho juramentos de
lealtad y
confidencialidad,
llamados “promulgadores”,
creencias secretas
ajenas al catolicismo al
cual dicen estar
asociados.
Entre las doctrinas
secretas está la existencia
de seres con centenares de
años y toda una predicción
apocalíptica de la que sólo
se salvarían los devotos en
el llamado “monte místico”
del barrio Rincón de Sabana
Grande, en cuyo interior
habría un misterioso templo
ancestral.
Por su parte, la
profesora de filosofía en la
Pontificia Universidad
Católica de Puerto Rico,
Enid Miranda, quien expuso
aspectos de la misión en su
libro de 2000 “Las sectas
que nos invaden”, recibió
con pesimismo la “procesión
de desagravio” de ayer.
“Es lamentable, porque
ni la Iglesia ni los ex
miembros o víctimas van a
poder detener a estas
personas. Van a seguir
porque es un emporio, sacan
dinero y no los van a poder
eliminar... hay un vacío
legal en cuanto a esto.
Seguirán haciendo lo que les
da la gana”, dijo Miranda.
Agregó que, en 2001, tuvo
que irse de la Isla por una
campaña de hostigamiento de
miembros de la misión en su
contra.