homepage San Juan, Puerto Rico - 30 de mayo de 2007
El liderato de La Misión de la Virgen del Pozo justifica su silencio ante las denuncias de castigos corporales y otras prácticas denigrantes en la organización, aludiendo a que la controversia está sometida a las máximas autoridades católicas de Roma, pero hace cuatro meses que la Santa Sede anunció su fallo contra la secta. En carta enviada el 19 de enero de 2007, el arzobispo Ángelo Amato, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el máximo foro jurídico de la Santa Sede le informa al arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, que “no ha sido acogido” el recurso presentado el 21 de noviembre de 2006 por el doctor Ricardo Ramos Pesquera a nombre de La Misión. El recurso era contra la Carta Pastoral emitida por los obispos puertorriqueños en noviembre de 2006 reiterando la prohibición de difundir un culto que incluía prácticas ascéticas no autorizadas y “doctrinas ocultas”. “Me permito solicitarle que le informe al señor Ricardo Ramos Pesquera que su recurso no ha sido acogido por este Dicasterio en virtud de que la “Misión de la Virgen del Rosario del Pozo” no goza de ninguna personalidad jurídica”, reza la carta. El sacerdote Carlos Pérez, un mariólogo designado por el arzobispo González Nieves para atender el caso de La Misión dijo no tener conocimiento de algún recurso adicional presentado por los seguidores de Collado Pinto. “Pero la Santa Sede les ha dicho que no tienen personalidad jurídica como organización católica así que no pueden ir como grupo (ante la Santa Sede)”, anotó el sacerdote. Pérez planteó además que “aquí no son cuestiones sólo eclesiásticas, sino cuestiones de naturaleza civil y criminal, que es lo que se está dilucidando, y eso no les puede servir de excusa para no asumir su responsabilidad ante la opinión pública”. Un grupo de ex miembros de La Misión ha roto el silencio y el anonimato para denunciar que la organización los sometía a crueles castigos corporales y mortificaciones por actos que se consideren de desobediencia o por incumplir las expectativas del liderato. Dos mujeres, que han pedido no ser identificadas por el momento, alegan haber sido abusadas sexualmente por el propio “vidente” Collado Pinto, que actualmente está desaparecido, y lo han plasmado en declaraciones juradas. Una de ellas, “Sofía”, también narró que fue obligada por Collado a recoger excrementos de vaca con sus manos durante media hora, a modo de castigo, frente a un grupo de fieles cuando preparaban el terreno para filmar un especial de Navidad en Salinas, en 1992, el que la actriz Gilda Haddock iba a protagonizar. Inadvertidamente se había publicado que este indigno castigo ocurrió en El Yunque pero tanto “Sofía” como otros testigos confirman que ocurrió en Salinas en 1992. |
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