Para practicar una religión y adorar a Dios no es necesario castigarse con largas procesiones de rodillas, con latigazos, ni con prácticas como clavarse a una cruz, entre otras.

Ese fue el consenso de la gran mayoría de las personas entrevistas por El Nuevo Día Domingo respecto a las prácticas de algunos grupos religiosos que promueven o exigen el maltrato corporal o acciones punitivas como parte del ejercicio de la fe.

Los entrevistados consideraron que esas acciones están equivocadas y dijeron que no están dispuestos a someterse a ellas.

Sólo dos personas dijeron que no lo ven mal si es una decisión personal.

Recientemente se han hecho denuncias por parte de ex miembros de La Misión de la Virgen del Pozo sobre la alegada imposición de castigos corporales o prácticas no convencionales, como comer ajo y cebollas, y hasta grillos.

Esas acciones están incorrectas, según los entrevistados.

Nilda Rondón, que pertenece a la iglesia Adventista, las rechazó. “Eso está malísimo. Uno no se puede someter a lo que dicen los que predican la religión. Uno tiene su creencia y tiene su forma de ser. Uno no puede creer en todas las personas que se paran frente a uno a hablar y tratan de comerle el cerebro a las personas. Yo no creo en eso y menos todavía con las cosas que están pasando. No puedo creer que hay personas tan crédulas a esas personas, no entiendo”, expresó.

Mientras, María Cabrera dijo que “no estoy de acuerdo con los castigos de ninguna índole, ni en la iglesia, ni en la casa, ni en ningún sitio porque Dios nos hizo libres. Dios nos dio libre albedrío y Dios es amor, y Dios, como Padre, no castiga. Es imposible que nosotros nos dejemos castigar de un hombre cuando Dios es amor y no nos castiga”.

Roberto Fernández afirmó que “eso no se puede creer, que una persona que tenga los cinco sentidos se pueda someter a una cosa como esa. Eso está fuera de orden por mucho. Eso no es una religión, eso es un tipo loco que convence a unas personas para que se sometan a eso. Yo no me sometería”.

Por su parte, Angel Rivera Sánchez declaró que, aunque no practica ninguna religión, cree en Dios y “no estoy de acuerdo en estar con esas cosas porque eso se ve feo ante los ojos de Dios y ante el pueblo y la niñez”.

Para Carmen Rivera Visaldén, que es católica, “mi Dios es amor y justicia y no hay que llegar a ese extremo”.

Por ello, desaprobó esas prácticas.

Y, Antonia Avilés, dijo que ha conocido a través de la televisión a personas que están dispuestas a someterse a castigos en nombre de su fe.

“Pero eso está mal porque uno tiene varlores y no debe, por la religión que sean exponerse a esas cosas”.

José Morales agregó que “eso está mal porque uno está prácticamente atentando contra su vida. Yo tengo mis creencias, pero no atentaría contra mi vida”.

Sin embargo, Gladys Pérez y su hija, Lorena La Torre, opinaron diferente.

“Yo no creo que sean castigos corporales. Tenemos que hacer penitencia y sacrificio y por fe. El que hace su penitencia la hace en su privacidad. Es algo personal y si la gente lo decide está bien, siempre y cuando no sea algo impuesto”, manifestó Pérez.

La Torre señaló que “si te sientes culpable por algo y quieres hacer una penitencia, ya sea ayuno, ya sea un rosario en rodillas, tú escoges como tú quieres hacer ese sacrificio. Pero no que te lo impongan”.