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Sectas Destructivas
Generadores de Trastornos de Personalidad
@Red de Apoyo, Inc. (RAVICS)
Por: MS. Myrna García, Dra. Liliana Miranda, MD.
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La experiencia sectaria determina la aparición de distintos trastornos mentales descritos por distintos profesionales de la salud mental, desde los inicios de la identificación del fenómeno sectario. Las sectas destructivas son grupos generadores de trastornos de la personalidad.
Se producen alteraciones psicopatológicas como consecuencia del sometimiento a las
'Técnicas de Persuasión Coercitiva' por un término prolongado de tiempo. Existe evidencia empírica que demuestra
el efecto que produce
la aplicación de las técnicas de persuasión coercitiva en la conducta de los individuos.
Las técnicas de
persuasión coercitiva que utiliza el líder sectario cumplen la finalidad de
sugestionarles y controlarles mentalmente. El líder utiliza
técnicas persuasivas, de condicionamiento clásico,
asociando ideas, creencias y analogías, unas ciertas
con otras irreales para llevarles a concluir falsas creencias, miedos y 'delirios'. Por medio de las creencias fantásticas que induce en sus adeptos, el líder
consigue su objetivo, lograr reacciones específicas según su conveniencia; o
sea, que produce
en ellos una visión del mundo completamente alterada y fabricada. Los
adeptos defenderán sus creencias e interpretación de la realidad como
únicas y absolutas; descartando totalmente cualquier argumento o
posibilidad contraria a la de elllos. No comprenderán argumentos e
inclusive rechazan cualquier prueba existente en sentido contrario; puesto
que hacerlo resulta ser para ellos doloroso; les hace sentir inseguros y culpables.
Las sectas más peligrosas, las destructivas de la personalidad, mantienen a sus adeptos sumergidos
constantemente en una batalla mental interna en contra de la razón. Para
modificar la conducta de los adeptos, el líder utiliza la 'desensibilización sistemática' hacia el dolor, el sacrificio,
pudor y moral, asociando tales estímulos con actividades
altamente emotivas, euforia ante la victoria
y éxito de la secta en sus encomiendas y/o con
ambientes místicos, música sacra, velas y penumbra, oraciones, representaciones
de sabiduría y/o divinidad. Igualmente se vale también de la imaginación emotiva, valiéndose de historias, moralejas
manipuladas y meditaciones
para inducir creencias y sentimientos, anécdotas de conversiones, milagros y contactos con espíritus o divinidades. Otra técnica persuasiva de la cual
se vale es la del aprendizaje por imitación. Técnicas
coercitivas son las
que persiguen la modificación de conducta de los adeptos por medio de diversos
métodos tales como el castigo, la enajenación, actividades y ejercicios obligatorios, terror, miedo y
vivencias irreales de enfrentamientos ante el mundo enemigo que induzcan
desconfianza y/o desprecio, hipnosis
y meditaciones para
inducir trances extáticos (percepción alterada y disminuye la sensibilidad
y movilidad corporal; disociación mental con las sensaciones corporales; éxtasis)
o alucinatorios e induciendo intencionales sentimientos de culpa.
Existe una vía diagnóstica reconocida donde se han especificado una serie de trastornos de personalidad que desarrollan las personas que pasan por una experiencia “sectaria”.
Las personas que desarrollan estos trastornos no son por lo general personas con patologías previo a su incorporación al grupo
sectario. La Asociación Americana de Psiquiatría reconoce los trastornos de personalidad que suelen desarrollar las personas que han estado expuestas a las
técnicas de persuasión coercitiva por un período prolongado de tiempo.
Los trastornos que se desarrollan como consecuencia de la estancia y pertenencia a estos grupos totalitarios o
sectas se han clasificado según el Síndrome de Adoctrinamiento Sectario (el cual incluye como
otro de sus síntomas al Síndrome de Estocolmo) y el Síndrome Post-Sectario.
Estos síndromes incluyen una serie de Trastornos de Personalidad
que están
reconocidos y clasificados dentro del
(Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría).
Trastornos a los que hacemos referencia dentro de esta página son los siguientes:
Psicosis Reactiva Esquizoafectiva,
Trastornos Disociativos, Trastorno Psicótico Compartido,
Ansiedad inducida por la relajación,
Trastorno por Estrés Postraumático, Trastorno Post-Grupo,
Trastornos del Estado de Animo (Depresivo Mayor Unico y Depresivo Mayor
Recidivante) y
y las
Reacciones Misceláneas.
Si usted está buscando ayuda psicológica o información sobre desprogramación
contáctenos. Le recomendamos escuchar también las recomendaciones
hechas por la doctora en psicología Alicia López Carbajosa
(en los casos posiblemente
más peligrosos, cuando las personas caen en las sectas destructivas satánicas).
No informar a nuestros ciudadanos sobre el peligro que representan estos grupos para su estabilidad emocional y psicológica provoca su exposición al peligro y a la desprotección, abandonándolos a posibles consecuencias fatales. Los peligros pueden llegar a extremos tales como
la paranoia, la mutilación
y finalmente el
suicidio.
SINDROME DE ADOCTRINAMIENTO SECTARIO
Los
síntomas que desarrollan los adeptos durante su estancia en las sectas dan lugar
a lo que se ha definido como el "Síndrome de Adoctrinamiento Sectario". Se
observa, sobre todo una radical transformación de la personalidad acompañada por
una serie de síntomas y caracterizada, en buena medida, por una disociación
entre la personalidad previa y la implantada por el grupo. Las siguientes
cualidades son las más observadas en los casos que padecen el síndrome:
-
Presencia de “estados alterados de conciencia” (las operaciones
del ‘Proceso de Internalización Cognitiva’ quedan alteradas,
afectando la percepción acerca de lo que es bueno y malo para
uno mismo y para los demás) manifestado a través de:
-
Un repentino y drástico cambio o alteración en sus sistemas de valores, incluyendo el abandono de sus metas
académicas, sociales o laborales anteriores. Lo que es
bueno y malo para su futuro dentro de la sociedad
cambia, puesto que la realidad del mundo cambia y pierde
interés en lo que la sociedad le ofrece.
-
Ataque a la evaluación del propio ‘yo’, desestabilizando
los aspectos más centrales de la persona. Deterioro de
la conciencia de sí mismos; el concepto sobre lo que es
bueno y nocivo para sí mismo cambia totalmente.
-
Cambio en la personalidad de los adeptos, con fuertes
sentimientos de culpa. Desarrollan gran sentido de
culpa, porque únicamente su líder entiende y conoce los
pensamientos e intenciones propias; pero constantemente
le acusa, con el propósito de intensificar necesidades
de superación dentro de la secta, en sus adeptos .
-
La conciencia social básica queda en el adepto minada.
Su percepción de la realidad queda completamente
alterada. Desarrollan una visión paranoica del mundo
exterior y una desconfianza hacia sí mismos y hacia
todos los que no pertenezcan a la secta. Se debe a que están convencidos
de que únicamente su líder puede entender y conocer los
pensamientos e intenciones del mundo exterior.
El control de las emociones queda en el adepto alterado.
Como resultado de la técnica de persuasión coercitiva,
que consiste en ‘Negar
el Yo’
(Destruir su ego. Es un ejercicio comúnmente enseñado
por los líderes sectarios y no se debe confundir con el
‘Mecanismo de Defensa’ llamado ‘Negación’, que utiliza
la persona para negar la existencia de un conflicto;
rechaza o ignora su realidad al sentirse incapacitado
para resolverlo. Es similar al Mecanismo de Defensa,
pero la práctica consiste en concientemente negarse
satisfacer alguna necesidad.) Desarrollan conflictos
emocionales al tratar de reprimir concientemente sus
emociones y sentimientos. El sufrimiento se agudiza en
ellos, cuando al aceptar humillaciones de su líder o al
aceptarle tareas indignantes, voluntariamente se
desarman de sus mecanismos de protección, respeto y
consideración hacia sus sentimientos y emociones,
creyendo que tales necesidades son producto de su
egoísmo y tienen que sacrificarlo. El líder sectario les
acusa y convence acerca de su profundo egoísmo y por
ello tienen que vencerlo.
Los ‘Mecanismos de Defensa’ según los psicoanalístas,
quedan alterados. Los utilizamos normalmente, como
resultado de la autorregulación interna o del ‘Proceso
de Equilibración del constructivismo de Jean Piaget’,
cuando nos enfrentamos a un ‘conflicto cognitivo’ o a
una disociación. Los‘Mecanismos de Defensa’ nos ayudan a
encontrarle relación y lógica a lo inaceptable. Son
reacciones que le permiten al adepto funcionar con
normalidad, sin razonar. El Mecanismo de Defensa más
utilizado por los adeptos es el de la ‘Negación’ y el
peligro mayor de esta práctica no es el engaño, sino el
grave daño emocional que se ocasionan. Por medio de la
autosugestión aprenden a engañarse, ignorando y
mostrando aparente indiferencia hacia cualquier dolor
emocional. En algunas sectas el líder hace creer a los
adeptos que tan solo seres muy superiores e iluminados
pueden desasociarse totalmente de sus sentimientos,
porque su espíritu tiene la capacidad de poder
desprenderse del cuerpo y de la persona. Esas sectas son
las más peligrosas, el estado alterado de conciencia
tiene la capacidad de suscitar el desarrollo del “Trastorno
de Identidad Disociativo”, anteriormente conocido con el
nombre de ‘Trastorno de la Personalidad Múltiple’ (El
adepto se autosugestiona para en determinados momentos
ignorar su propia identidad).
Falsa mejora de autoestima y seguridad; internamente
esconde fuertes sensaciones de angustia. El verdadero
sentir personal es suprimido. Se da cuando el adepto
responde a las exigencias de mostrarse complacido,
alegre y entusiasta todo el tiempo (Groenveld, 1999).
Por medio de inducción de ideas y pensamientos, a través
de técnicas sugestivas, el líder les enseña a
autosugestionarse, convenciéndose de que son más
felices y de que dentro de la secta todos se aman, a
pesar de experimentar frecuentes rechazos, humillaciones
y desprecios. El líder les hace creer que el camino que
les traza, a través de sus enseñanzas, les transforma en
seres superiores en lo intelectual, lo espiritual,
emocional y con capacidad de percepción superior al
promedio.
-
Disminución de la flexibilidad mental. Intransigente, cerrado de
mente, incapaz de aceptar otros puntos de vista.
-
Degradación de la inteligencia emocional. Como consecuencia del
estado alterado de conciencia se da una disminución en la
calidad de las relaciones familiares y extra-grupales. Ocurre
una especie de retardo en su inteligencia racional, social y
emocional.
-
Infantilización. Inducción a la dependencia y sensaciones de
incertidumbre y duda; falta de autoconfianza. El líder sectario
desarrolla en el adepto dependencia extrema hacia él; logra
hacerles sentir inseguros de su criterio propio, tras aplicar
técnicas coercitivas como el castigo, los gritos, humillaciones
e insultos cada vez que toman decisiones o ejercen su criterio
propio para resolver cualquier conflicto, sin previamente
consultarle el curso de acción que debe seguir.
-
Cambia la personalidad del adepto con marcadas manifestaciones
de miedo, ocasionado por las técnicas coercitivas utilizadas por
el líder sectario; especialmente manifestaciones de terror y
miedo a la maldición de un castigo. Los aterrorizan con
desgracias, catástrofes, maldiciones al traidor, fuertes
castigos y humillaciones a quien no cumpla, dude de la
sobrenaturalidad, la divinidad, decisiones y buenas intenciones
líder y a quien no se adapte a las demandas del grupo.
-
Surge una personalidad dividida (separación entre la
personalidad “sectaria” y la histórica). La persona abandona sus
costumbres pasadas; el líder se vale del cambio, para demostrar
que el resultado positivo de la conversión observada evidencia
la efectividad de su enseñanza
-
Cambios físicos, incluyendo pérdida de peso, ocasionado por las
dietas extremas o los frecuentes ayunos prolongados. El
propósito del líder es poderle demostrar al adepto un cambio
visual que exponga claramente un cambio positivo como prueba de
fe, en combinación con la eliminación de algún vicio y costumbre
que demuestre su mejora personal.
-
Deterioro en la apariencia física, debido a que pierde interés
en el mundo social. El líder inculca en el adepto la creencia de
que todo lo perteneciente al mundo social está mal, porque son
impuros, están contaminados y hay que buscar la manera de
reclutarles para salvarlos.
-
Pérdida de expresión facial natural, de mirada perdida o vacía,
mirada evasiva, jovialidad ficticia. (Liberman,1994) El foco de
atención cambia, debido a que constantemente deben repetir
mentalmente sus oraciones, postulados y/o creencias. Se sienten
seguros dentro de su mundo enajenado de la realidad exterior.
Desconfían del mundo exterior, descartando e ignorando lo que no
puedan explicar bajo sus creencias.
-
Cambios en sus respuestas emocionales, suelen ser bruscas. Las
respuestas del adepto responden a la idea imaginaria que el
líder les ha forjado sobre el mundo exterior. No responden a los
estímulos ambientales y sociales, según su criterio propio, más
bien responden mecánicamente; ya que dirán y harán lo que les
sea indicado, ante específicas circunstancias. La ciencia ha
demostrado que estos cambios son el resultado también de la
alteración que ocasiona la exposición al estrés y a la ansiedad
constante sobre el funcionamiento neurofisiológico del cuerpo.
SINDROME DE ESTOCOLMO
Una mañana julio de 1973 dos asaltantes
armados con ametralladoras irrumpieron en el Sveriges Kreditbanken, un banco de
Estocolmo, Suecia. Aunque al principio el robo parecía consumarse de acuerdo al
plan, la rápida acción de la policía llevo a una toma de rehenes que se prolongó
por seis días. El secuestro prolongado de los rehenes provocó un cambio
impresionante e inesperado en su conducta: Los cuatro rehenes (3 mujeres y 1
hombre) se resistieron a ser rescatados. Cuando terminó el episodio en el banco
de Estocolmo, al momento de la liberación, un periodista capturó en una foto el
instante en que una de las rehenes y uno de los captores se besaban.
Sorprendentemente todos los secuestrados iniciaron una campaña para defender a
sus captores, rechazando inclusive testificar en su contra. Otro dato
impresionante es el reporte que narra como una de las muchachas llegó a
comprometerse con los secuestradores, al haber estado envuelta con la dinamita
para amenazar a la policía. Este hecho se convirtió en objeto de estudio para
Nils Bejerot, un psicólogo que se dió a la tarea de explicar las razones que
motivan a los secuestrados a defender a sus captores y lo bautizó con el nombre
de "Síndrome de Estocolmo".
¿Como se desarrolla?
El Síndrome de Estocolmo se presenta cuando la víctima es sometida a gran
presión piscológica por parte del secuestrador. La víctima siente que no puede
escapar (y de verdad no puede hacerlo sin gran riesgo), se siente aislada del
exterior, abandonada por la policía que no le rescata. Si no recibe seguridad
del exterior la buscará en su captor, en el momento en que este muestre cierta
bondad, empieza a ver solo el lado bueno de esa persona, negando poco a poco el
lado que le produce miedo. Al no tener otra persona para protegerle, trata de
entender los motivos del secuestrador, buscando su simpatía, ya que manteniendo
al secuestrador contento es más difícil que a este se le ocurra liquidarle. De
acuerdo a Grahm y Rawling, la víctima se vuelve hipersusceptible a las
necesidades del victimario y se olvida de las suyas, preocupándose porque el
victimario esté ocupado en cualquier cosa, excepto pensando en la posibilidad de
herirle. Al negarse a ver el lado violento del secuestrador, la víctima se
olvida del peligro que corre, y cada vez es más difícil separar la realidad, ya
que se identifica a sí misma desde los ojos del victimario.
Es más común que una persona que ha sido
víctima de algún tipo de abuso llegue a experimentar simpatía por el víctimario,
podemos decir que este caso se presenta en:
- Rehenes
- Prisioneros de Campos de Concentración
- Miembros de una Secta Destructiva
- Prisioneros de Guerra
- Prostitutas
- Víctimas de Abuso Sexual
- Niños Maltratados
- Mujeres Maltratadas
Nils Bejerot, criminólogo y psicólogo que se dió a la tarea de explicar las razones que motivan a los
secuestrados a defender a sus secuestradores le dio el nombre de Síndrome de
Estocolmo al estado mental y emocional que desarrolla una persona que es
secuestrada o capturada y queda sometida a las demandas de su captor por un período determinado de tiempo.
Cuando ocurrió el robo y durante el secuestro, Nils Bejerot se encontraba colaborado
como profesional con la policía y durante una entrevista, en una emisora de noticias, se refirió a la conducta de los rehenes con el nombre del síndrome.
El término fue entonces adoptado por muchos psicólogos en todo el mundo. Como
resultado de las investigaciones que pudo realizar, Nils Bejerot llegó a la conclusión de que existen cuatro
motivos ante los cuales puede presentarse el Síndrome de Estocolmo:
- Si el rehén siente una amenaza física o psicológica por sobrevivir, y que só lo el secuestrador puede quitar tal amenaza
- Si el rehén siente algo de compasión por parte del secuestrador
- Aislamiento de perspectivas aparte de las del secuestrado
- Si el rehén siente que no hay posibilidad de escape
TRASTORNOS DISOCIATIVOS
Según el DSM-IV, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes
Mentales, los Trastornos Disociativos (tan comúnmente observados en los
adeptos que han desarrollado el Síndrome de Adoctrinamiento Sectario)
resultan de la alteración de las funciones integradoras de la conciencia, la
identidad, la memoria y la percepción del entorno (con síntomas como la
pérdida de memoria de eventos traumáticos, sensación de distanciamiento de
los propios procesos mentales y del propio cuerpo, hasta el control del
comportamiento por varios estados de personalidad sucesivos). Esta
alteración puede ser repentina o gradual, transitoria o crónica. En estados
extremos, el delirio que desarrollan estas personas puede inclusive
llevarles a creer que otro ser o entidad les controla y se identifican
entonces con otro nombre (seres iluminados o posesiones, etc.).
Sabemos que cualquier experiencia real o ficticia, inducida por medio de
sugestiones o autosugestiones, puede ser impactante o traumática; no necesita
ser cierta para no olvidarla e impactarnos fuertemente, siempre que nuestra
mente consciente la asimile, incorpore y acepte como experiencia real. Según
nuestra experiencia atendiendo adeptos, al desarrollar éstos percepciones
alteradas sobre el mundo social, igualmente desarrollaron en cadena, miedos
hacia amenazas irreales y reacciones de ansiedad que se desencadenaron
posteriormente en el desarrollo de la ‘fobia social’, porque su constante
rechazo y menosprecio hacia el mundo exterior les llevó a desarrollar grandes
conflictos, que terminaron por transformar su visión sobre éste en la de uno
totalmente amenazante. Como consecuencia, sin darse cuenta, la persona
desarrolla un 'estado alterado de consciencia'. El estado alterado de
consciencia es una característica destacada que se da en las personas que
desarrollan el ‘Síndrome de Adoctrinamiento Sectario’. La persona provoca un
desbalance mental, al controlar sus procesos de pensamiento, tratando de
rechazar los pensamientos lógicos que le ayudan a interpretar la realidad del
mundo exterior, según la percepción de sus sentidos. Su esfuerzo por rechazar
inicialmente y luego por bloquear la función de su capacidad de razonamiento le
lleva a desarrollar una auto-conciencia de sí mismo y conciencia social
completamente alterada.
Imagínese qué pasaría si usted se convence de que para poder superar cualquier problema en la vida tiene que rechazar todo pensamiento que le lleve
a cuestionar lo que sea contradictorio a lo que su guía personal y espiritual le dice sobre
sus amigos, familiares, sobre el mundo visible y el invisible. Estaría analizándolo todo a través de la mente de su guía y se arriesgaría a desarrollar un posible delirio, si lo toma demasiado serio, si rechaza toda posibilidad o duda, por temer un grave error o peligro.
En otras palabras estas personas aprenden a vivir dentro de un mundo de fantasía que resulta ser en la mayor de las ocasiones aterrador. Rechazan la realidad para sumergirse a vivir dentro de un mundo utópico. Desarrollan un verdadero delirio y toda su
conducta y reacción responderá a su fantasía mental. Esto es lo que
sucede con los adeptos que desarrollan el “Síndrome de Adoctrinamiento
Sectario”. La persona comienza a engañar su mente, al desasociarla de la
realidad exterior. Para mantenerse en un estado completamente disociativo de la realidad; para ello acuden siempre al
enajenamiento social. Su ambiente controla lo que ven y escuchan. Todo material
impreso o digital que pudan leer y lo que ven o escuchan por cualquier medio
de comunicación tiene que estar autorizado por sus líderes sectarios. La información
controlada mantiene viva su ilusión. Aprenden a sobrevivir, adaptándose a ese
nuevo ambiente cargado de demandas altamente hostiles. Sin embargo, tenemos que tener cuidado con los síntomas dependientes de la cultura, puesto que
la despersonalización y desrealización inducidas de forma voluntaria forman parte de las
prácticas de meditación y de trance existentes en muchas religiones y culturas, y no deben confundirse
con el trastorno de despersonalización. Por otro lado, no debe dejar de considerarse el que algunas prácticas y ejercicios mentales podrían ser muy peligrosas, puesto que podrían producir episodios de despersonalización, los cuales pueden ser muy breves, unos cuantos segundos o muy persistentes, durar inclusive por años. Los adeptos en las sectas son expuestos a un estilo de vida altamente estresante y de sometimiento esclavizante, que les pone a riesgo de frecuentes crímenes en contra su dignidad, tales como abuso sexual, fuertes humillaciones y castigos capaces de generar graves traumas en el individuo. Surge el trastorno de la despersonalización en respuesta y como consecuencia a acontecimientos
que ponen en peligro la vida del individuo, como los que podrían experimentarse dentro de un ambiente sectario. El episodio de despersonalización podría aparecer de manera repentina durante la situación traumática. El
curso del trastorno es a veces crónico, aunque marcado por remisiones y exacerbaciones. En la
mayoría de las ocasiones las exacerbaciones están relacionadas con acontecimientos estresantes
reales o subjetivos. Como consecuencia de
la técnica de Persuasión Coercitiva, de Reforma de Pensamiento o de Lavado de Cerebro, se va generando en el adepto una nueva personalidad que entra en competencia con su personalidad anterior. El hecho de que ambas personalidades convivan en un mismo individuo provoca el que familiares y amigos del adepto se sorprendan por la nueva e inexplicable transformación en la manera de comportarse el adepto. La transformación suele ser muy marcada al punto de parecer otra persona, un extraño en algunas situaciones y en otros momentos “es la misma persona de siempre”.
El trastorno disociativo es frecuentemente diagnosticado en
adeptos y ex-adeptos de las sectas destructivas.
El mismo describe la convivencia de dos personalidades en un mismo individuo, la que tenía el individuo antes de entrar en el grupo y la
personalidad desarrollada después de entrar al grupo sectario, la cual se
desarrolla como resultado del sometimiento a las técnicas de manipulación psicológica.
En el individuo se va desarrollando lo que se conoce como la
instauración definitiva de la dependencia, lo que se conoce con el nombre de
secta dependencia. Factor presente durante todo el período de pertenencia al grupo,
pero que va incrementando en la medida en que va pasando el tiempo, lo que
produce una personalidad nueva y diferente, adquirida definitivamente. Dentro de
este nuevo estado mental aparece el proceso de regresión y de infantilización, generado mediante el bloqueo del sistema de razonamiento y la anulación de la toma de decisiones individuales.
La capacidad de
razonamiento y la mentalidad del adepto queda
significativamente afectada, éste acaba pensando y razonando u obedeciendo como un niño. En algunos casos,
incluso cambian los rasgos físicos de la cara de los adeptos, luciendo ingenuos y aniñados. El adepto es despojado de todo tipo de responsabilidad, está obligado
a darle cuentas a su líder y a lo que él a internalizado como voluntad de Dios; tiene que obedecer y hacer lo que
se le manda y nada más. Desarrollan frases repetitivas que internalizan tales
como: "El que obedece no se equivoca", desarrollan términos exclusivos
con mensajes subliminales que les ayudan a controlar sus conductas y respuesta,
que repiten, constituyendo así un nuevo lenguaje típico en la secta. Por lo tanto, el adepto se acaba convirtiendo en una persona
inmadura, sin responsabilidad ninguna e incapaz de tomar cualquier
decisión por sí solo porque su deber y mayor responsabilidad moral es obedecer.
El desarrollo de la personalidad individual y única ha quedado devaluada.
A través de las técnicas de persuasión coercitiva se logra aumentar significativamente en el adepto
el aspecto emocional y se logra disminuir al máximo su capacidad de razonamiento o crítica.
El adepto no debe pensar ni razonar
por sí mismo, tan solo obedecer sin objetar, estar deacuerdo o entender; y mucho menos
debe discrepar o llevarle la contraria al líder del
grupo. Las técnicas de persuasión coercitiva son más eficaces cuando están
acompañadas por reglas estrictas, sacrificios corporales y especialmente
sometiendo a los adeptos a prácticas, ejercicios y tácticas productoras de ansiedad y tensión sobre un período continuo de tiempo. Tal estado mental
de sumisión y obediencia ciega al líder sectario puede conseguirse debilitando significativamente la energía
física de los adeptos y sus defensas psíquicas al mayor grado posible. La capacidad de razonamiento quedará reducida, así no se da
cuenta de lo que le sucede y queda incapacitado para
de impedir o detener lo que le están haciendo. Por tal razón, forman parte del
programa de una organización sectaria las estrictas dietas y/o ayunos; en adición al
excesivo trabajo diario impuesto, las pocas horas de sueño, las extensas charlas, sesiones de meditación o de oración, los trabajos repetitivos
y el estar por horas
cansando el organismo con la misma
postura, sentados o parados. (Ver los tipos de
técnicas de persuasión coercitiva comúnmente utilizadas por los líderes
sectarios) Al adepto cada vez le va siendo más difícil razonar coherentemente, como lo hacía antes de su ingreso en la
secta destructiva debido a la presión psicológica, al estrés y tensión continua, a la escasa y mala
alimentación, al aislamiento parcial o total con el mundo ajeno a la secta, a la
adquisición de un nuevo "lenguaje" dentro del grupo sectario, al cansancio
físico, a la incapacidad de tomar decisiones, la manipulación emocional, y a la
disminución y el control del razonamiento.
En la mayoría de los casos el adepto desarrolla una seria y gran dificultad para desenvolverse independientemente de las directrices del grupo. Los individuos
quedan incapacitados para mantenerse mentalmente separados del grupo y quedan
completamente incapacitados para evaluar su conducta o sus sentimientos de modo
independiente a la doctrina o las normas del grupo.
Los trastornos mencionados en el DSM-IV que podrían suscitarse más fácilmente en los adeptos son los siguientes:
- Trastornos Disociativos
- Trastornos de Ansieda
- Trastorno Somatoforme (Somatomorfo; molestias fisiológicas sin aparente explicación; no hay evidencia de enfermedad orgánica o sustancia)
- Trastornos del Estado de Animo (inducidos por hipnosis, por substancias y no especificado)
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud recomienda el uso del
Sistema Internacional denominado CIE-10 y recoge en una sola categoría a los
Trastornos de Ansiedad con los Somatomorfos, llamándola “Trastornos
Neuróticos, Secundarios a Situaciones Estresantes y Somatomorfo”. A los
Trastornos Disociativos, los clasifica como “F44 Trastornos Disociativos (de
conversión)” y a los Trastornos del Estado de Animo los clasifica bajo la
categoría “F30-39 Trastornos del Humor (Afectivos)”. El término "conversión"
que le añade a los Tratornos Disociativos implica que se suscitan
sentimientos no satisfactorios originados por los problemas y conflictos que
el enfermo no puede resolver y se transforman de alguna manera en síntomas.
Los ‘estados o trastornos disociativos’ que pueden desarrollar las personas
expuestas a períodos de prolongada e intensa persusasión coercitiva (p. ej.,
lavados de cerebro, modificación del pensamiento o indoctrinación en sujetos
cautivos) son varios; entre estos los más comúnmente explicados por los ex-adeptos
que atendemos son el 'Trastorno de Despersonalización' y el 'Trastorno Disociativo No Especificado'. El 'Trastorno de Identidad Disociativo' y la 'Amnesia Disociativa' son los menos comunes, pero su manifestación pueden ser provocadas en individuos con la predisposición o en víctimas de experiencias altamente traumáticas o estresantes.
Todos los ex-adeptos que han sufrido graves consecuencias, como resultado de haber sido miembros de sectas destructivas, manifiestan haberse valido de un
'mecanismo de represión mental' que rechaza el pensamiento lógico y la realidad del mundo exterior, manteniendo fuera de la
conciencia toda información analítica. El patrón de conducta que relatan algunos ex-adeptos de sectas destructivas, dentro de la cual practicaban el desconectarse de la realidad para recordar sus vidas
anteriores, reportan haber utilizado métodos de meditación o alucinógenos. Tal estado de conciencia era auto-inducido persiguiendo el fin de que un espíritu, poder, deidad o alma especial tomase control de su cuerpo, para poder cumplir su
importante misión, ya fuese asignada por Dios, el Cosmos Universal o por espíritus
superiores. Algunos practicantes de estas técnicas que han salido de estas sectas reportan que debido a su obsesión se mantenían en un estado de total negación hacia toda información percibida del mundo externo; tan solo aceptaban lo que les era transmitido por sus directores sectarios. Estas personas reportan no tener historial alguno que cumpla con los criterios del diagnóstico de la
'esquizofrenia'. Aunque algunos recurren a alucinógenos, la mayoría logran este estado, sin tener que incurrir a la intoxicación con alcohol o con drogas. Los ex-adeptos que hemos atendido manifiestan haber experimentado un estado alterado de consciencia debido a la sugestión, reportando que experimentaba
olvidar detalles específicos de lo que hacía cuando otro ser tomaba control de sí. Este tipo de
experiencias es mayormente manifestado por personas que han entrado
en sectas que promueven la doctrina de George Ivanovich Gurdjieffel, un
esotérico muy renombrado entre diversos movimientos sectarios y categoriza a
las personas según siete niveles de perfección, dentro de los cuales tan
solo los que se encuentran en un nivel cuarto o superior, son los que logran
desprenderse de sus sentimientos y emociones. El presenta su escala como un
medio para alcanzar un estado de integración perfecta entre la consciencia
intelectual, sentimental y física y quien pasa al quinto nivel se convierte
en un observador de sí mismo, en un testigo.
Trastorno Disociativo- "F48.1 Trastorno de Despersonalización [300.6]"
La característica esencial de este trastorno consiste en la presencia de
episodios persistentes o recidivantes de despersonalización, caracterizados
por la sensación de extrañeza o distanciamiento de uno mismo:
- El individuo se siente como si fuera un
autómata o estuviera viviendo en un sueño o en una película. Puede existir
la sensación de ser un observador externo de los procesos mentales, del
propio cuerpo o de una parte de él. Asimismo, hay diversos tipos de
anestesia sensorial, ausencia de respuesta afectiva y sensación de pérdida
de control de los propios actos (incluido el habla). En enfermo con
trastorno de despersonalización mantiene intacto el sentido de la realidad
(p. ej., es consciente de que se trata sólo de una sensación y de que no es
un autómata)
- La despersonalización es una
experiencia común, su diagnóstico debe realizarse sólo cuando la
sintomatología sea lo suficientemente grave como para provocar malestar o
deterioro de la actividad normal de la persona
- Debido a que la despersonalización
puede darse en muchos otros trastornos mentales, no se debe realizar un
diagnóstico de trastorno de despersonalización si la alteración aparece
exclusivamente en el transcurso de otro trastorno mental (p. ej.,
esquizofrenia, trastornos de angustia, trastorno por estrés agudo u otro
trastorno disociativo). Además, este trastorno no es debido a los efectos
fisiológicos directos de una sustancia o a una enfermedad médica
- Síntomas y trastornos asociados
Características descriptivas y trastornos mentales asociados.
Son personas que manifiestan
experiencias persistentes o recurrentes de distanciamiento o de ser un
observador externo de los propios procesos mentales o del cuerpo (p. ej.,
sentirse como si se estuviera en un sueño). Es exactamente lo que sucede con
estas personas, durante el episodio de despersonalización, el sentido de la
realidad permanece intacto; pero la ‘despersonalización’ provoca malestar
clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas
importantes de la actividad del individuo. Obviamente estas manifestaciones
no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej.,
drogas o fármacos) o a una enfermedad médica (p. ej., epilepsia del lóbulo
temporal); sino a la sugestión provocada por la necesidad que sienten de
superarse psíquica y espiritualmente. Los adeptos dentro de las sectas
sufren de gran ansiedad producida por la constante presión social que sobre
ellos ejerce el líder, respaldado por su grupo sectario.
"F44.9 Trastorno
Disociativo No especificado” (Código DSM-IV-TR 300.15)
- es sumamente común, es
el ‘Trastorno Disociativo por Trance’. La característica predominante de
este trastorno es un síntoma disociativo (alteración de las
funciones, por lo general concatenadas de la conciencia, memoria, identidad
y la percepción del entorno) que no cumple con los criterios para el diagnóstico del trastorno disociativo específico. Son los individuos que durante su
estadía en la secta experimentaban con frecuencia el trance milagroso y los
síntomas de ‘posesión’. Ellos explican que espíritus y seres ajenos entraron
en sus cuerpos y tomaron posesión de ellos, controlando todos sus actos. El
‘mecanismo disociativo’ en estos trastornos se caracteriza por inhibir la
integración de la percepción, memoria y la identidad.
Los siguientes ejemplos incluyen:
-
Cuadros clínicos similares al trastorno de identidad
disociativo que no cumplen todos los criterios para este trastorno. Los
ejemplos incluyen los cuadros en los que a) no aparecen dos o más
estados de identidad distintos, o b) no existe amnesia de alguna
información personal importante.
-
Presencia, en
adultos, de desrealización no acompañada de despersonalización
-
Estados
disociativos que pueden presentarse en individuos que han estado sometidos a
períodos de prolongada e intensa persusasión coercitiva (p. ej., lavados de
cerebro, modificación del pensamiento o adoctrinación en sujetos cautivos
-
Trastorno
disociativo de trance: alteraciones únicas o episódicas de la conciencia,
identidad o memoria propias de ciertos lugares y culturas concretas. Los
trances disociativos consisten en una alteración de la conciencia con
respuesta disminuida al entorno, o en comportamientos o movimientos
estereotipados que se encuentran fuera del control de la persona. El trance
de posesión consiste en la sustitución de la identidad personal por otra,
atribuida a la influencia de un espíritu, poder, deidad u otra persona, y se
encuentra asociado a movimientos estereotipados de tipo involuntario o a
amnesia. Los ejemplos incluyen: amok (Indonesia), bebainan
(Indonesia), latah (malasia), pibloktoq (Ártico), ataque de
nervios (América Latina) y posesión (India). Este trastorno forma
parte de prácticas re ligiosas o culturales ampliamente aceptadas en la
población (v. pág. 743 para los criterios de investigación).
-
Pérdida de
conciencia, estupor o coma, no atribuibles a una enfermedad médica.
-
Pérdida de Ganser: en este trastorno el individuo da
respuestas aproximadas a las preguntas (p. ej., 2 y 2 suman 5), y no hay
asociación con amnesia disociativa o fuga disociativa
El desorden disociativo atípico se caracteriza por (Galper,
1983):
- La pérdida de la identidad
- La regresión psicológica
- El campo fenomenológico de la atención consciente intensa queda extraordinariamente reducido
-
Quedar devaluado el desarrollo de la personalidad individual y única como
consecuencia de las
dinámicas propias del grupo
"F44.81 Trastorno de Identidad Disociativo [300.14]" (antes personalidad múltiple) - La característica esencial de este trastorno es la existencia de dos o más identidades o estados de la persnalidad.
Puede presentarse, aunque no muy a menudo, de manera repentina. Las características diagnósticas son las siguientes:
-
Presencia de dos o más identidades o estados de
personalidad (cada una con un patrón propio y relativamente persistente de
percepción, interacción y concepción del entorno y de sí mismo).
- Al menos dos de estas identidades o estados de
personalidad controlan de forma recurrente el comportamiento del individuo.
-
Incapacidad para recordar información personal
importante, que es demasiado amplia para ser explicada por el olvido
ordinario.
-
El trastorno no es debido a los efectos fisiológicos
directos de una sustancia (p. ej., comportamiento automático o caótico por
intoxicación alcohólica) o a una enfermedad médica (p. ej., crisis parciales
complejas).
Nota: En los niños los síntomas no deben
confundirse con juego fantasiosos o compañeros de juego imaginarios. El trastorno de identidad disociativo refleja un fracaso en la integración de varios aspectos de la identidad, la memoria y la conciencia. Cada personalidad se vive como una historia personal, una imagen, una identidad e incluso un nombre distintos. Generalmente hay una identidad primaria con el nombre del individuo, que es pasiva, dependiente, culpable y depresiva. Las identidades alternantes poseen habitualmente diferentes nombres y rasgos que contrastan con la identidad primaria (p. ej., son hostiles, dominantes y autodestructivas). En circunstancias muy concretas el individuo puede asumir determinadas identidades, que podrían diferir en edad, sexo, vocabulario,
conocimientos generales y estado de ánimo. Las identidades alternantes se presentan como si se controlaran secuencialmente, una a expensas de la otra, pudiendo negar el conocimiento entre ellas, ser críticas unas con otras e incluso entrar en conflicto abierto. Ocasionalmente, una o algunas de las identidades más poderosas pueden planificar el tiempo ocupado por las otras. Algunas veces, las identidades hostiles o agresivas pueden interrumpir las actividades o colocar las otras en situaciones desagradables.
Presentan frecuentemente lapsos de memoria que afectan a su historia personal; estos lapsos pueden ser de memoria remota o de memoria reciente. Las identidades más pasivas tienden a mostrar recuerdos más limitados, mientras que las más hostiles controladoras y «protectoras» son capaces de recuerdos más completos.
Una identidad que no esté actuando puede llegar a la conciencia (mediante alucinaciones visuales y auditivas; p. ej., una voz que da instrucciones).
Familiares y amigos pueden dar fe de la amnesia del individuo por comportamientos observados o la persona misma por sus propios descubrimientos (p. ej., encuentra algo que no recuerda haber comprado).
Son las víctimas que generalmente expresan haber padecido abusos físicos y sexuales.
Son mayormente personas más vulnerables a ser hipnotizadas y especialmente vulnerables a todo lo que puede provocar sugestión.
Parte de los ejercicios comúnmente practicado en las sectas destructivas llevan
al individio a desarrollar el delirio de sobrenaturalidad e insensibilidad hacia el dolor; muestran capacidades poco habituales para soportar el dolor u otros síntomas físicos.
Obtienen puntuaciones altas en los tests de hipnotizabilidad y de capacidad disociativa. En los diversos estados de identidad se han descrito alteraciones de las funciones fisiológicas (p. ej., diferencias en la agudeza visual y en la tolerancia al dolor, síntomas propios del asma, sensibilidad a los alergenos y respuesta de la glucosa a la insulina). Se ha sugerido que la alta incidencia de este trastorno en Estados Unidos indica que se trata de una enfermedad ligada a la cultura.
"F44.0 Amnesia disociativa [300.12]" (antes amnesia psicógena)- Se caracteriza por una incapacidad para
recordar información personal
importante, generalmente de naturaleza traumática o estresante, que es
demasiado amplia para ser explicada por el olvido ordinario. La persona no puede recordar acontecimientos completos de su vida. Son
experiencias relacionadas a acontecimientos traumáticos o situaciones muy estresantes,
tras ocurrir el evento. Algunas personas presentan
este tipo de amnesia en episodios de automutilación, de explosión de violencia o de intentos de
suicidio:
-
En este trastorno se produce
una alteración reversible de la memoria que impide al paciente recordar verbalmente experiencias
previas (o que, en el caso de recordarlas temporalmente, no pueden retenerse por completo
en la conciencia). La alteración no se presenta exclusivamente en el transcurso de un
trastorno de identidad disociativo, de la fuga disociativa, el trastorno por estrés postraumático o el
trastorno por estrés agudo, y no es debida a los efectos fisiológicos directos de alguna sustancia o
a otra enfermedad neurológica o médica
- Los síntomas deben provocar malestar clínico
significativo o deterioro social, laboral o de otro tipo
- La amnesia disociativa consiste, la mayor parte de las veces, en uno
Trastorno Psicótico Compartido
Trastorno Psicótico Compartido (Folie a deux) (DSM-IV
sección 297.3)- Se le conoce también con el nombre de “Trastorno Delirante
Inducido”. La característica esencial de este trastorno consiste en una idea
delirante que desarrolla una persona o un grupo de personas que se expone y
mantiene una relación con una persona que padece un trastorno psicótico con
ideas delirantes.
La persona, o grupo que mantiene esta relación, pasa a
compartir parcial o totalmente las creencias delirantes del sujeto que
inicialmente padece los trastornos.
La idea delirante no debe explicarse mejor por la presencia
de otro trastorno psicótico (como por ejemplo, esquizofrenia) ni de un trastorno
del estado de ánimo con síntomas psicóticos y no es debido a los efectos de
alguna sustancia o enfermedad médica.
El contenido de las creencias delirantes compartidas
dependerá del diagnóstico de los trastornos de la persona primaria con ideas
delirantes. Normalmente, ésto sucede cuando el primer caso es el dominante en la
relación y cuando gradualmente se va imponiendo el trastorno en la otra persona
o en el grupo.
Aunque lo más común es que este trastorno se dé entre dos
personas, puede ocurrir que este trastorno se presente en un número mayor de
individuos, donde un grupo significativo de personas llegan a compartir el mismo
trastorno psicótico. Si la relación de la persona o la relación de cada persona
dentro del grupo interrumpe su relación con cualquier persona que padezca el
trastorno psicótico, la psicosis compartida disminuirá e incluso podrá llegar a
cesar.
Hay poca información acerca de la prevalencia de este
trastorno, ya que la mayoría de estos casos pasan desapercibidos; sin embargo,
algunos datos sugieren que este trastorno tiene una mayor prevalencia en las
mujeres. Es raro que los adeptos que padecen este trastorno busquen ayuda
profesional.
Este trastorno sólo se diagnostica cuando dichas ideas
delirantes no son el resultado de los efectos de ninguna sustancia o enfermedad
médica.
La estrecha relación con la persona que originalmente padece
el trastorno psicótico con ideas delirantes y la similitud entre las ideas del
grupo o el sujeto secundario con las ideas de la persona que padece el trastorno
psicótico inicial, es la característica más determinante del trastorno.
Lo común es que una vez el sujeto o grupo afectado se separa del sujeto con el
trastorno psicótico inicial, la psicosis compartida desaparece con el tiempo. En
casos muy raros, puede ocurrir que las ideas delirantes no desaparezcan.
Según el
DSM-IV, sección
297.3, se diagnostica el trastorno cuando:
-
Se desarrolla
una idea delirante en un sujeto en el contexto de una relación estrecha con
otra(s) persona(s) que ya tiene(n) una idea delirante establecida.
-
La idea delirante es parecida en su contenido a la de la persona que ya tenía la idea
delirante.
-
La alteración no se explica mejor por la presencia de otro
trastorno psicótico (p. ej., esquizofrenia) o de un trastorno del estado de
ánimo con síntomas psicóticos, y no es debido a los efectos fisiológicos
directos de alguna sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) o a una
enfermedad médica.
Ansiedad inducida por la relajación o Ansiedad Generalizada
Ansiedad inducida por la relajación o de Ansiedad Generalizada (DSM-IV sección 300.02) - Constituye una forma de ansiedad que
se produce en algunos adeptos como respuesta a determinados programas de
meditación y relajación utilizados en algunos grupos y que puede propiciar
incluso la aparición de estados psicóticos. La Ansiedad Inducida por
Relajación constituye una forma de ansiedad producida por
determinadas prácticas de relajación y meditación, habituales en un sector
importante de estos grupos (Martínez, 2004).
Se caracteriza por la desconexión como uno de los estados asociados a la relajación. El distanciamiento o desconexión parece ser la estrategia de afrontamiento elegida principalmente entre los sujetos inclinados a padecer de ansiedad inducida por la relajación
(Kareaga, 2002). Estos sujetos experimentan principalmente este estado durante la práctica de la relajación, lo cual
constituye una estrategia para huir de la ansiedad
provocada por ella. Los sujetos con altos
niveles de estrés psicológico en forma de somatizaciones, ansiedad interpersonal, depresión, trastorno obsesivo-compulsivo, hostilidad, fobias, e
ideaciones paranoides manifiestan relajarse
mejor distanciándose del mundo. Probablemente estos mismos sujetos utilizarán el distanciamiento o la negación como
forma de afrontamiento de los problemas fuera
de las sesiones de relajación. (Martínez, 2004).
Síntomas o características del cuadro clínico:
-
Ansiedad y preocupación excesivas (expectación
aprensiva) sobre una amplia gama de acontecimientos o actividades (como el
rendimiento laboral o escolar), que se prolongan más de 6 meses.
-
Al individuo le resulta difícil controlar este estado de constante
preocupación.
-
La ansiedad y preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas
siguientes (algunos de los cuales han persistido más de 6 meses).
Nota:
En los niños sólo se requiere uno de estos síntomas:
-
inquietud o impaciencia
-
fatigabilidad fácil
-
dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco
-
irritabilidad
-
tensión muscular
-
alteraciones del sueño (dificultad para conciliar o
mantener el sueño, o sensación al despertarse de sueño no reparador)
-
El centro de la ansiedad y de la preocupación no se limita a los síntomas de
un trastorno; por ejemplo, la ansiedad o preocupación no hacen referencia a
la posibilidad de presentar una crisis de angustia (como en el trastorno de
angustia), pasarlo mal en público (como en la fobia social), contraer una
enfermedad (como en el trastorno obsesivo-compulsivo), estar lejos de casa o
de los seres queridos (como en el trastorno de ansiedad por separación),
engordar (como en la anorexia nerviosa), tener quejas de múltiples síntomas
físicos (como en el trastorno de somatización) o padecer una enfermedad
grave (como en la hipocondría), y la ansiedad y la preocupación no aparecen
exclusivamente en el transcurso de un trastorno por estrés postraumático..
-
La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos provocan malestar
clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas
importantes de la actividad del individuo.
-
Estas alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una
sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o a una enfermedad médica (p. ej.,
hipertiroidismo) y no aparecen exclusivamente en el transcurso de un
trastorno del estado de ánimo, un trastorno psicótico o un trastorno
generalizado del desarrollo.
Trastornos de Estado de Animo
Trastornos del Estado de Animo- La Depresión Mayor, es una enfermedad mental grave caracterizada por la alteración del estado de ánimo acompañada de otros síntomas.
Esto explica el que el Trastorno Depresivo Mayor Unico y Recidivante estén identificados dentro del DSM-IV bajo la categoría mayor 'Trastornos del Estado de Animo'. La única diferencia entre ambos
trastornos es cuestión de incidencia.
- Trastorno Depresivo Mayor Unico (DSM-IV sección
296.2) - Se caracteriza por un episodio único depresivo mayor.
- Trastorno Depresivo Mayor Recidivante
(DSM-IV sección
296.3) - Se caracteriza por la presencia de dos o más episodios depresivos
mayores. Para ser considerados episodios separados, tiene que haber un
intérvalo entre ambos de al menos 2 meses seguidos en los que no se cumplen
los criterios para un episodio depresivo mayor.
Según la doctora en psiquiatría Liliana Miranda, cuando existen cinco o más de los
síntomas que citamos a
continuación durante más de dos semanas, o si cualquiera de estos problemas
interfiere con la vida diaria, es necesario plantearle el problema al médico
que será quien establezca el diagnóstico de depresión e iniciará el
tratamiento que mejor se adapte a cada caso.
- Estado de ánimo triste, melancólico o llanto frecuente.
- Cambios repentinos en el apetito o en el peso.
- Problemas con el sueño (dormir mucho o poco).
- Irritabilidad, ansiedad, inquietud o mal humor.
- Pérdida de energía.
- Sensación de culpa o baja autoestima.
- Dificultad para concentrase o indecisión.
- Incapacidad para disfrutar de las cosas y rechazo al contacto social.
- Pensamientos repetidos de muerte o
suicidio.
Cualquiera de nosotros experimenta a lo largo de la vida algunos momentos de
tristeza, ansiedad o baja autoestima, problemas que son bien diferentes a una
Depresión Mayor porque esta causa serios problemas de pensamiento,
comportamineto, estado anímico y actividades en la persona. Más de la mitad de las personas que sufren depresión seguirán teniendo episodios hasta una o dos veces al año, si no reciben tratamiento. Sin tratamiento,
una persona con depresión puede llegar al
suicidio.
Se sabe que en los sujetos deprimidos existe una alteración de algunos
neurotransmisores cerebrales. Estos son las sustancias químicas que las
neuronas utilizan para comunicarse entre sí y son fundamentales para el
correcto funcionamiento del sistema nervioso. A su vez este desbalance
químico que lleva a la Depresión Mayor puede ser precipitado por algún
estrés severo que este afectando a la persona, como por ejemplo haber
sufrido de experiencias maltratantes y traumáticas, dentro y fuera de un
grupo sectario, abuso sexual, humillaciones severas y continuas, o un divorcio,
como producto de adicción a drogas o
alcohol, o debido a la pérdida de algún ser querido.
El peligro al cual se enfrentan las personas que caen presas
dentro de una secta incluye también las consecuencias a las que se exponen al
dejar la misma. El miembro que logra dejar una secta destructiva, puede
experimentar nuevamente cierto grado de depresión, aislamiento, sentimientos de culpa y
temor. Estos sentimineto podrían ser algo pasajero, pero en algunos casos se
pueden convertir en un Desorden de Depresión Mayor.
Aunque la Depresión Mayor puede ser una enfermedad devastadora, por lo
general responde muy bien al tratamiento. Hay muchos tratamientos disponibles,
pero el más adecuado depende de cada persona y de la severidad de la enfermedad.
La meta al tratar una Depresión Mayor es que la persona pueda reanudar sus
actividades diarias normales y sentirse bien nuevamente.
Existen tres tratamientos básicos para la Depresión Mayor:
-
Medicamentos - Algunos de los medicamentos más utilizados, que
tienen como función regenerar las funciones de los neurotransmisores en el
cerebro, son: Prozac (fluoxetine), Paxil (paroxetine), Zoloft (sertraline),
Lexapro (escitalopram), Celexa (citalopram), Effexor (venlafaxine),
Wellbutrin (bupropion), Cymbalta (duloxetine) y Remeron (mirtazapine).
-
Psicoterapia (individual o de grupo) - Este tipo de tratamiento
ayuda a cambiar los pensamientos y comportaminetos negativos que se observan
en un estado depresivo, a través de reuniones semanales con un profesional
de la salud mental. Se puede utilizar en combinación con medicamentos o sola,
para casos de Depresión Mayor más leves o moderados. Sin embargo, en caso de
una Depresión Mayor Severa la persona tiende a responder mejor a una
combinación de medicamentos y psicoterapia.
-
Terapia Electro-Convulsiva (ECT) - Este tipo de tratamineto
se utiliza para casos más severos donde la persona necesita tratamiento
inmediato o no ha respondido a tratamiento con medicamento , psicoterapia o
la combinación de ambos.
Si cree que usted o algún familiar pudiera estar pasando por una Depresión
Mayor, no deje de visitar a su médico o algún especialista en salud mental lo
más pronto posible. La Depresión Mayor tiene cura.
SINDROME POST-SECTARIO
Existe una diferencia entre los trastornos de personalidad
generados durante la estancia en un grupo sectario y las alteraciones observadas
cuando los adeptos abandonan la secta.
Las repercusiones psicológicas en los ex-adeptos se distinguen según los síntomas observados.
Una de las repercusiones es el conflicto que experimenta el ex-adepto cuando deja el grupo y vuelve a la sociedad normal,
se da lo que se conoce como 'shock cultural' (la reacción mayoritaria). El ex-adepto
experimenta gran ansiedad al tratar de reconciliar las teorías que había aprendido en el grupo
con la demanda y los valores de tres períodos: el pasado anterior al grupo, el tiempo transcurrido con el grupo y la situación
actual.
En cuanto a los trastornos “post-grupo” - Se incluye lo que denominan
'reacción mayoritaria', que viene determinada por el estado anímico y mental en
el que
se encuentran habitualmente los ex-adeptos cuando dejan los grupos. El ex-adepto
experimenta diversos estados emocionales debido a que se siente
desidentificado y extraño con el mundo externo a la secta, como si fuese
un inmigrante que acaba de llegar a otro país. Es un proceso de adaptación a una vida autónoma
e independiente, sin el grupo, le resulta especialmente dolorosa.
Algunas personas logran abandonar un grupo sectario después
de un período de pertenencia, que puede variar de
meses a muchos años, bien sea por la aparición de dudas,
cansancio o contradicciones, bien mediante un soporte terapéutico externo o bien
porque se dé la expulsión por parte del mismo grupo. En este período el adepto puede experimentar sentimientos de insatisfacción,
engaño, frustración y vacío debido a que
ha descubierto que era falso el grupo que anteriormente le
había planteado una visión diferente de la verdad o realidad, y
aunque se siente engañado, se halla carente de valores y de referentes.
En algunos casos, algunas personas podrían experimentar un cambio de intereses sin
mayores consecuencias y sin que el abandono suponga un proceso traumático.
Igualmente, este período puede tener duraciones muy variables que vayan de días
a semanas e incluso meses. Todo dependerá del modo en que se
produzca el abandono y especialmente del soporte externo, a parte de la propia personalidad del
individuo. El soporte externo y de los familiares es sumamente importante, ya
que forman un amplio abanico
de perfiles socio-económicos y culturales. El proceso de desprendimiento del
grupo es conflictivo, doloroso, angustioso y frustrante, especialmente por los cambios que van apreciando en el
ex-adepto y la percepción, recepción y comprensión de los familiares. El ex-adepto
se ve en la necesidad de tratar de resolver todos sus problemas en la forma en
que lo había podido hacer en
otras circunstancias.
Trastorno por Estres Postraumatico
Trastorno por estrés postraumático (DSM-IV sección 309.81)- Trastorno que surge como respuesta tardía o diferida a un acontecimiento estresante o a una situación (breve o duradera) de naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica, que causarían por sí mismos malestar generalizado en casi todo el mundo (por ejemplo, catástrofes naturales o producidas por el hombre, combates, accidentes graves, el ser testigo de la muerte violenta de alguien, el ser víctima de tortura, terrorismo, de una violación o de otro crimen).
Las características típicas del trastorno de estrés post-traumático son: episodios reiterados de volver a vivenciar el trauma en forma de reviviscencias o sueños que tienen lugar sobre un fondo persistente de una sensación de "entumecimiento" y embotamiento emocional, de despego de los demás, de falta de capacidad de respuesta al medio, de anhedonia y de evitación de actividades y situaciones evocadoras del trauma. Suelen temerse, e incluso evitarse, las situaciones que recuerdan o sugieren el trauma. En raras ocasiones pueden presentarse estallidos dramáticos y agudos de miedo, pánico o agresividad, desencadenados por estímulos que evocan un repentino recuerdo, una actualización del trauma o de la reacción original frente a él o ambos a la vez.
Según el DSM-IV, sección 309.81, se diagnostica el trastorno cuando:
-
La persona ha estado
expuesta a un acontecimiento traumático donde:
-
La
persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más)
acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física
o la de los demás
-
La persona ha respondido con un temor, una desesperanza o
un horror intensos. Nota: En los niños estas respuestas pueden expresarse en
comportamientos desestructurados o agitados.
-
El acontecimiento traumático es
reexperimentado persistentemente a través de una (o más) de las siguientes
formas:
-
Recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusos que provocan
malestar y en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. Nota:
En los niños pequeños esto puede expresarse en juegos repetitivos donde aparecen
temas o aspectos característicos del trauma
-
Sueños de carácter recurrente
sobre el acontecimiento, que producen malestar. Nota: En los niños puede haber
sueños terroríficos de contenido irreconocible.
-
El individuo actúa o tiene
la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo (se incluye la
sensación de estar reviviendo la experiencia, ilusiones, alucinaciones y
episodios disociativos de flashback, incluso los que aparecen al despertarse o
al intoxicarse). Nota: Los niños pequeños pueden reescenificar el acontecimiento
traumático específico.
-
Malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos
internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento
traumático
-
Respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o
externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.
-
Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la
reactividad general del individuo (ausente antes del trauma), tal y como indican
tres (o más) de los siguientes síntomas:
-
Esfuerzos para evitar pensamientos,
sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático
-
Esfuerzos para
evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma.
-
Incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma
-
Reducción acusada
del interés o la participación en actividades significativas
-
Sensación de
desapego o enajenación frente a los demás
-
Restricción de la vida afectiva
(p. ej., incapacidad para tener sentimientos de amor)
-
Sensación de un futuro
desolador (p. ej., no espera obtener un empleo, casarse, formar una familia o,
en definitiva, llevar una vida normal).
-
Síntomas persistentes de aumento de
la activación (arousal) (ausente antes del trauma), tal y como indican dos (o
más) de los siguientes síntomas:
-
Dificultades para conciliar o mantener el
sueño
-
Irritabilidad o ataques de ira
-
Dificultades para concentrarse
-
Hipervigilancia
-
Respuestas exageradas de sobresalto.
-
Estas alteraciones (síntomas
de los Criterios B, C y D) se prolongan más de 1 mes.
-
Estas alteraciones
provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras
áreas importantes de la actividad del individuo. Especificar si: Agudo: si los
síntomas duran menos de 3 meses, o Crónico: si los síntomas duran 3 meses o más.
Especificar si: De inicio demorado: entre el acontecimiento traumático y el
inicio de los síntomas han pasado como mínimo 6 meses.
Según Jansa, el trastorno está determinado por cinco características (Jansa, 1993):
- La persona ha vivido una experiencia que supera los límites de las experiencias humanas habituales y que sería marcadamente distresante para todo el mundo.
- El evento traumático es experimentado persistentemente de varias formas como sueños, "flashbacks"...
- Evitación persistente de los estímulos asociados al trauma o a un enturbiamiento general de la consciencia.
- Síntomas persistentes de incremento de excitación incluyendo al menos dos de los siguientes; dificultades en el sueño, irritabilidad, dificultad de concentración, hipervigilancia, exageradas respuestas de alarma, reactividad fisiológica hacia los eventos que se parecen o simbolizan el trauma
- Duración de al menos un mes
Psicosis reactiva esquizoafectiva-
Psicosis reactiva esquizoafectiva-
El término esquizoafectivo fue utilizado por primera vez en el 1933, por Jacob
Kasanin, para referirse a un grupo de 9 pacientes jóvenes con síntomas afectivos
y esquizofrénicos que no cumplían con los criterios enunciados por Kraepelin
para "Dementia Praecox" o con los criterios de enfermedad maníaco-depresiva. El concepto de
psicosisesquizoafectiva combina características esquizofrénicas y
maníaco-depresivas. Es una alteración psicopatológica que viene determinada por la
aparición de episodios psicóticos, de rápido inicio y duración variable, de
pocas semanas a meses de duración, pudiendo llegar a un año o más. Aparece en
personas sin una historia previa personal ni familiar de transtornos mentales o
en personas que tienen familiares que han presentado alteraciones previas. La
persona mezcla síntomas esquizofrénicos y afectivos, y desarrolla una grave
distorsión de la percepción del mundo exterior, y comienza a experimentar la
presencia de “impresiones sensoriales falsas”. El trastorno recuerda los cuadros
clínicos maníacos o depresivos con delirios o estados mixtos. Por ejemplo, en el
área afectiva con Psicosis de angustia-felicidad, en el pensamiento con
Psicosis
confusional excitada-inhibida. Son trastornos psicóticos agudos y transitorios.
Las características maníacas o depresivas del trastorno están entremezcladas con
características esquizofrénicas.
Existen diferentes tipos
de trastornos esquizoafectivos: -
Trastorno esquizoafectivo de tipo maníaco
- Trastorno esquizoafectivo de tipo depresivo
- Trastorno esquizoafectivo de tipo mixto
- Otros trastorno esquizoafectivos
- Trastorno esquizoafectivo sin especificación
Estos pacientes se recuperan por completo del cuadro psicótico en pocas
semanas, tendiendo a desaparecer, con una buena recuperación, ajuste social y sin
defecto permanente; sin embargo, con posibilidades de recaída.
Reacciones Varias o Misceláneas
Reacciones Varias o Misceláneas (Jansa, 1993) - Incluyen déficits cognoscitivos como dificultades de concentración, incapacidad
para mantener la atención, déficits de memoria (sobre todo la memoria a corto
plazo), automutilaciones, fobias, suicidio y homicidio; y factores psicológicos
con consecuencias orgánicas, como infartos de miocardio, angor, muertes subitas,
úlceras pépticas recurrentes, asma etc.
© Red de Apoyo, 2007
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- Sectas y grupos destructores de la personalidad, Cuidado: respuestas definitivas a las dudas existenciales (Mayo 2000)
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