Algunas de las sectas más conocidas
Por Gloria Ruiz Kuilan /
gruiz@elnuevodia.com
La Familia
Creada por
Charles Manson en California, en 1967. El 8 de agosto de 1968, Manson, junto a tres miembros de la secta, mató a la actriz Sharon Tate, esposa del director de cine, Roman Polanski. Otras cuatro personas fueron asesinadas junto a Tate, quien tenía ocho meses de gestación. Todos los cuerpos fueron hallados en la casa apuñalados y algunos baleados. Tate recibió 11 puñaladas y murió desangrada. Además, sus asesinos le cortaron los senos. El niño que tenía en su vientre murió con ella. Con la sangre de Tate los miembros de La Familia escribieron en la pared: “¡Cerdos!”.
Al día siguiente del asesinato de Tate, Manson entró a la residencia del empresario Leno LeBianca y sus seguidores mataron al empresario y su esposa. Ambos fueron encontrados en su residencia con el rostro cubierto con almohadas y cordones de lámparas atados a su cuello. Del vientre del empresario salía un tenedor con el que los seguidores de Manson esculpieron en su piel la palabra “guerra”. Con la sangre de ambas víctimas los miembros de La Familia escribieron las palabras “muerte a los cerdos”, “ascenso” y “Helter Skelter”.
Manson predicaba una especie de apocalipsis o fin del mundo en el que la gente negra aniquilaría a los de la raza blanca. Convicto de por vida, Manson aún recibe en prisión cartas de personas interesadas en ingresar al grupo.
El templo del pueblo
Creado por Jim Jones en Indianápolis, en 1956. Tras ser cuestionado por las autoridades estadounidenses por supuesta evasión contributiva, Jones se mudó con sus seguidores a Guyana, donde fundó lo que denominó como Jonestown. Antes de la mudanza ex miembros del templo alegaron que fueron objeto de golpizas, vieron asesinatos y se planificaba un suicidio masivo. Jones promulgaba principios de igualdad racial mezclados con cristianismo.
En noviembre de 1978 el congresista Leo Ryan decidió viajar a Guyana para investigar a Jones y a sus seguidores ante denuncias de abuso y maltrato físico. Inicialmente fue bien recibido, pero cuando cerca de una docena de los seguidores de Jones decidió abandonar el grupo, adeptos de Jones armados le dispararon. Hubo cinco muertos, entre ellos Ryan, y once heridos. Tras el acto violento, Jones propuso a sus seguidores, entre ellos más de 200 niños, el suicidio colectivo. Murieron unas 912 personas envenenadas con cianuro. Jones apareció muerto con un balazo en la cabeza.
Los davidianos
David Koresh creó su propia subdivisión de esta secta en Waco, Texas, hacia 1983. Centró su lugar de operaciones en un rancho al que llamaban Monte Carmelo. Koresh había sido acusado por algunos ex miembros de su secta de sostener relaciones sexuales con adolescentes, que consideraba sus esposas, y de forzar a sus seguidores a darle dinero. También se le acusó de perchetrarse de armas. Se autoproclamaba la reencarnación de Cristo y aseguraba que los que lo siguieran se salvarían.
Por 51 días la Policía y el Negociado Federal de Investigaciones Criminales mantuvieron vigilancia frente a la sede de la secta. En ese período hubo varios enfrentamientos entre las autoridades y los miembros de la secta. Koresh murió el 19 de abril de 1993 junto a 86 personas, entre ellos 18 niños, cuando las autoridades comenzaron un operativo armado que originó un incendio. El rancho fue consumido por las llamas en 45 minutos. Las imágenes del operativo y el incendio recorrieron el mundo.
La secta de los polígamos
A partir del 2002 y en sucesión de su padre
Warren Steed Jeffs, Warren Jeffs se hizo cargo de Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, ubicada inicialmente en Utah y luego en Arizona. La secta practica la poligamia y sostiene que al paraíso sólo llegan los hombres que se casaban al menos con tres mujeres.
Actualmente está bajo investigación y las autoridades tomaron custodia legal de 416 niños, porque sospechan que son producto de relaciones incestuosas. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) niega cualquier vínculo con la iglesia de Jeffs, ya que hace más de un siglo que no practican la poligamia.
La voz del tercer ángel
Creada por Luis J. Laborde Salas en Utuado, en la década del 80. Laborde Salas predicaba lo que llamaba el “Evangelio Eterno”, conforme a la profecía del Apocalipsis. Se hacía llamar “el último profeta e hijo de Dios".
Luiko, como le decían a Laborde Salas, indicaba a sus seguidores que no fallecería, sino que sería tomado por el Señor y regresaría en un cuerpo más joven para dar testimonio al mundo. Tras su muerte en el 2004, a sus 72 años, su viuda, Karen Aranzamendi, de 29 años, y sus seguidores conservaron su cadáver por dos días sin dar cuenta a las autoridades, en espera de que resucitara. Se encerraron en un rancho en el que vivían en el sector Santa Isabel del barrio Ángeles, clausurando puertas y ventanas en espera de la resurrección de Laborde Salas.
Secta mariana
Creada por Edwin González Concepción, en Aguada. El grupo sostiene que el papa Juan Pablo II se manifiesta y expresa a través de González Concepción. Tras ser excomulgados de la Iglesia Católica, el grupo continuó asistiendo a la parroquia San Francisco de Asís, en Aguada. Iban a misa juntos todos los días, llevaban una cruz de madera en sus manos y las mujeres vestían un hábito color marrón con un paño azul en la cabeza.
En enero de 2007 una jueza emitió una orden de protección contra González Concepción que le prohibió tener contacto con una menor de 14 años, a quien presuntamente se llevó para su casa sin la autorización de la madre, que pertenecía a la secta. Además, el Departamento de la Familia comenzó una investigación por supuesto
maltrato contra 10 menores de edad que vivían en la secta. El maltrato supuestamente incluía, entre otras alegaciones, periodos extensos de ayuno y flagelación.
Luego de varias visitas a la secta la agencia reportó que no encontró evidencia del supuesto maltrato.
Misión de la Virgen del Pozo
Fundada en Sabana Grande, en la década del 80, por Juan Angel Collado Pinto, quien alegaba que de esa forma cumplía con los mensajes que recibió directamente de la Virgen María cuando sólo tenía ocho años de edad. Collado Pinto aseguraba que, de no cumplir con las normas de la misión o no seguir sus postulados, la persona sería condenada y perdería el alma.
Como parte de los rituales de la misión se realizaban castigos como la “cama de chapas”, una toalla con chapas de botella adheridas para dormir sobre ella; y el cilicio, un correa con puyas que se colocaba sobre la piel. Dos mujeres, ex miembros de la misión, alegan que fueron víctimas de agresión sexual por parte de Collado Pinto. La Conferencia Episcopal Puertorriqueña, que agrupa a los obispos de Puerto Rico, manifestó su oposición a
'La Misión' luego de que la Iglesia Católica concluyera después de una investigación que la Virgen no se le apareció a tres niños de Sabana Grande en 1953. El paradero de Collado Pinto es desconocido.
|