Ellos creen que su iglesia es la única iglesia
auténtica sobre la Tierra. Viven en constante
ansiedad, pues nunca son lo suficientemente buenos
para alcanzar el Cielo. Los miembros están sujetos a
obedecer estrictamente y a no opinar. Les dicen que
de la única manera en que no se condenarán en el
Infierno es si permanecen dentro del grupo.
Sus miembros creen que un hombre debe tener por lo
menos tres esposas a fin de ascender al Cielo. Por
su parte, a las mujeres se les enseña que el camino
al Cielo depende de la sumisión hacia el marido.
Similarmente, los niños menores residentes en la
hacienda YFZ, después de convertirse en adultos, son
espiritualmente casados con niñas y se inician en
relaciones sexuales con ellas, y como resultado
ellos se convierten en atacantes sexuales. Estos
patrones y prácticas ubican a los niños de la
hacienda YFZ, tanto varones como mujeres, ante un
riesgo de abuso emocional, físico y/o sexual.
Hasta el allanamiento del 3 de abril, las mujeres
y niñas del complejo dedicaban casi todo su tiempo
al cuidado de sus muchos niños y las huertas. Las niñas son
acondicionadas mentalmente para esperar y aceptar
actividad sexual con un hombre adulto, con el cual
deben casarse espiritualmente dentro del rancho. Los
adeptos esperan a que la niña alcance sus años de
pubertad, entre los 13 y 14 años, para entonces
casarlas espiritualmente con el propósito de
hacerles procrear los espíritus hijos de Dios que
formarán un mundo propio de El y serán futuros
dioses y diosas. Que los adeptos eran espíritus en
el Cielo que fueron enviados a la Tierra para
adquirir un cuerpo y procrear cuerpos para los demás
espíritus de los niños que entrarán en su mundo. Los
hombres piensan que pueden convertirse en dioses y
eso representa para ellos la adquicisión del poder
absoluto.
El adepto varón de
FLDS aspirará a poder regir su
propio mundo, como un rey o emperador, con capacidad
de crear sus propias leyes. Pero la única manera en que los
hombres pueden convertirse en dioses es siendo
fieles a su doctrina y teniendo varias esposas; y
las mujeres lograrán convertirse en diosas, si se
someten a sus esposos obedientemente, le hacen feliz
y cumplen con sus deberes excelentemente. Que ellas
como diosas en el Cielo serán los cuartos o cabinas
de Dios para poblar su mundo. Si algún esposo de
estas mujeres es expulsado de la congregación, a la
mujer le reasignan otro esposo.
Ellos creen que en
el Cielo se vive la poligamian, que Dios tiene
muchas esposas en el Cielo y que Cristo era polígamo.
Según ellos es imposible para Dios poblar el Cielo
con espíritus nacidos de una sola esposa, por eso
tiene muchas esposas que procrean los espíritus de
los bebés que vendrán a adquirir un cuerpo en la
Tierra. Los hombres si quieren adquirir su propio
mundo tienen que poblarlo con muchas esposas que le
den los espíritus que compondrán su mundo. Tan solo
al convertirse en adultos, los varones, y cuando su
líder espiritual lo determina, es que le dan permiso
u ordenan a un varón a casarse espiritualmente con
una niña o mujer de la iglesia dirigida por el líder.
El líder no le da mucho tiempo para que se preparen
para el casamiento, a veces tan solo un par de días.
La pareja no se debe revelar, tan solo debe obedecer
sumisamente. El líder es quien controla cuándo y quién puede
entrar en un matrimonio espiritual.
Las creencias de la secta FLDS se basan en las enseñanzas que el
fundador de la Iglesia de los Mormones, Joseph
Smith, le añadió a la Biblia que ellos tenían. El añadió la 'Sección
132' que habla sobre el pacto nuevo y
eterno, a través del cual Smith logró indoctrinar a
sus seguidores para que practicasen el matrimonio
polígamo, como elemento imprescendible para lograr
la Salvación. Esta sección, la Iglesia de los
Mormones de los Santos de los Ultimos Días no la
practican.
Las
niñas no se cortan el cabello, al punto donde muchas
pueden sentarse sobre su pelo. Su
explicación es completamente doctrinal. Ellos creen
que en el Cielo a las esposas se les pedirá el que
les sequen los pies mojados de sus esposos con sus
cabelleras. Esto lo fundamentan en base al pasaje
del Nuevo Testamento, donde María Magadalena le lava
los pies a Jesucristo con sus lágrimas y luego se
los seca con su cabellera.
Dedicarse al cabello es lo único que las mujeres
pueden hacer para embellecerse. Cortar el cabello de
estas niñas es para ellas un castigo. Esta es parte
de la explicación del porqué la niña, que se
identificó como
Sarah Barlow, que hizo las llamadas del 29 y 30
de marzo, mencionaba que si escapa de la secta la gente del mundo
exterior le haría daño forzándola a cortarse
el cabello. El cabello
largo es para ellas motivo de gloria y representa su
belleza.
Apenas se habla sobre la belleza entre las
mujeres de la secta. Ellas no deben intentar ser
bonitas, sino que deben mantener una actitud dulce,
complaciente y humilde; puesto que estas son las
virtudes más preciadas en las mujeres de FLDS. Se
supone que ninguna se sienta bonita o hermosa, pues
es producto de la vanidad. Tampoco no les es
permitido el que acepten algún alago y si reciben
alguno, ellas tienen que responder: "Es debido a mi
esposo" o "Es debido a que tengo un padre
maravilloso." Ellas tienen el deber de atribuir a su
jefe pastoral todo el reconocimiento que reciban o
al hombre con el nivel más alto de autoridad
religiosa dentro de su familia. Ellas mantienen un
tono bajo, gentil, dulce y muy controlado
constantemente, en honor e imitación a la cualidad
de tono de voz de su líder máximo y fundador que se
encuentra cumpliendo sentencia en la cárcel, Warren
Jeffs. Todos los adeptos perciben a
Warren Jeffs como a un
querido profeta de nuestros tiempos; por lo tanto,
es digno de imitarse. Los adeptos de la secta piensan que la
manera apropiada para honrar a su jefe pastoral es
imitando sus manerismos, siendo una copia de él.
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