de la
Escuela Yoga de Buenos Aires
"BAYS" (Buenos Aires Yoga School)
"Juan dice que es un ángel que fue enviado a la Tierra,
con una misión especial de crear mil ángeles."
La población que se siente mayormente atraída hacia lo que ofrece la Escuela Yoga de Buenos Aires, son los apasionados por las doctrinas orientales, ocultas y esotéricas, los que sufren las consecuencias de algún vicio, las víctimas del crimen y de la violencia. Los líderes de la Escuela Yoga de Buenos Aires saben esto muy bien y convierten estos temas en anzuelo de captación. Promueven ideas filosóficas y practicas orientalistas como alternativa exitosa frente a los males de la droga, el SIDA y la violencia. Aunque algunas personas se sienten atraídas a la escuela por curiosidad e interés, una gran mayoría llegan buscando soluciones a sus difíciles situaciones o alternativas que les ayuden a lidiar con algún conflicto personal o social. Para cada sujeto que llega, la escuela ofrece una solución maravillosa.
De este último grupo, los más susceptibles son los adictos a la droga. A estos se les convence del éxito de los procedimientos que se practican en el grupo hablándoles de la experiencia que han tenido con adictos que se han convertido en alumnos de la escuela, y del corto lapso de tiempo que se necesita para lograr la recuperación que, según ellos, se resume a tan sólo un período de seis meses a dos años de terapia filosófica.
Juan Percowicz, líder de la Escuela que alega ser un ángel enviado, presenta la filosofía que enseña la Escuela de Yoga como un producto prodigioso para los que desean abandonar naturalmente la adicción. Con tal atractivo consigue presentar su fabulosa fundación como una organización que es sana y benéfica. Pero esto dura hasta que el sujeto traspasa las puertas de la publicidad engañosa con la que se venden públicamente.
Una vez el sujeto se adentra en los estudios filosóficos de la escuela de Juan Percowicz, se le convence de la "necesidad de someter a estudio la psicología de cada alumno" para así poder recibir la ayuda que precisa. Es decir, se le ofrece una "ayuda personalizada" basada en su forma de pensar, actuar e interpretar el mundo. Nada más y nada menos. Piense por un momento, amigo lector, en las consecuencias a corto y largo plazo que tiene este objetivo. Para darles una idea de esto, le advertimos al lector que, en la medida en que un sujeto conoce su manera de pensar y de actuar, las motivaciones profundas que lo mueven en la vida, en esa misma medida tiene el arma perfecta para ejercer sobre usted el control mental y la persuasión coercitiva.
Por otra parte, la doctrina de la Escuela Yoga de Buenos Aires plantea que la personalidad del ser humano está compuesta por muchos 'yoes'; y que al conocer, estudiar y explorar sus 'yoes' se evoluciona. Así, el adepto acepta sin resistencia las correcciones y observaciones que su líder y maestro hace acerca de su conducta, ideas y sentimientos que debe modificar, suprimir o cambiar. Es el medio por el cual el líder adquiere total control sobre el adepto y queda totalmente justificado. En este punto, el líder ya es libre para indagar sobre la persona del adepto, puede conocer sus más profundos anhelos, motivaciones en la vida, sentimimientos y deseos que fundamentan su forma de ser. Al poder observar y estudiar a cada alumno individualmente, con el consentimiento de este, el líder puede "identificar" fácilmente sus problemas o debilidades de personalidad. Puede, inlcuso, dicen los líderes, guiar a los adeptos a solucionar sus problemas. Pero esto en realidad no es otra cosa que ejercer manipulación sobre la persona.
A través de estas artimañas, los líderes sectarios mantienen al adepto motivado (en realidad, bajo engaño), a la vez que pueden ejercer explotación, para su propio beneficio. Todo aquello que la persona reconoce como un problema que debe superar y por lo cual siente la necesidad y el deseo de solucionar, es CONTROLADO y MANIPULADO por el líder. El líder no deja de identificar las vulnerabilidades de cada adepto, así le mantiene motivado (engañado); pero es, a la vez, una oportunidad para socavarle su autoestima. Con la ayuda de la indoctrinación que se practica en estos grupos, cargada de técnicas de persuasión coercitiva, va logrando que los adeptos desarrollen el Trastorno Disociativo Atípico, tan necesario para mantenerles atrapados mentalmente y para que se conviertan en fanáticos, trabajadores sin sueldo, seres capaces de abandonarlo todo por la secta, incluso la familia, los hijos y cualquier pertenencia que entienda sea necesario por la secta.
Como parte de la indoctrinación (engaño), se enseña que el 'yo' (conjunto de ideas, conocimientos, emociones, sentimientos, memorias, etc. que determinan mi ser) está realmente compuesto por muchos "yoes" predominantes (rasgos o características de esa personalidad) que, alternadamente, "toman el control del cuerpo y de la mente." Esta doctrina o idea sustenta en verdad otra motivación de control y persuasión. El maestro "ayuda" a sus alumnos a luchar en contra de sí mismos, dándoles tareas hacia las cuales sientan resistencia, para llevarles al ‘borde de sus límites’ y puedan ‘romper sus propias barreras’. Dicen. Pero la verdadera motivación es la destrucción de la personalidad original del sujeto a medida que se crea otra personalidad: manejable, controlada, esclava de los intereses del líder, explotada en beneficio de los intereses del líder.
A base de la información que el líder obtiene del propio sujeto, se le asignan algunas 'tareas' que supuestamente tienen la finalidad de romper con la estructura psicológica original del adepto o, como dirían los líderes "su falsa personalidad, formada por prejuicios, posturas y valores que todos deben suprimir para poderse conocer, evolucionar y desarrollar su 'verdadero ser' ". Les dicen que tienen que librar sus "yoes bajos", aspectos sexuales que están reprimidos, que tienen que liberarlos y dejar que se manifiesten para poder comenzar con la tarea de "armonizarles", porque son parte de una "falsa personalidad" que los mantiene desorganizados y 'contradictorios'. Les dictan que las tareas son necesarias para poder 'evolucionar', caminando en dirección a la esencia angelical que han perdido. Liberándose de su personalidad original y reconociéndose desde una nueva perspectiva, el adepto puede "indagar todos sus 'yoes', para poderlos unificar y actuar de modo sintético, 'desde el triángulo armonioso, a través de la dualidad a la unidad', para llegar a la meta final, tan añorada, de convertirse en un ángel. El adepto va construyendo así una nueva personalidad, va asimilando otras ideas, prejuicios y valores aceptados por la secta. Se convierte en un muñeco fácilmente manejable, engañado y explotado por los líderes.
Juan dice que es ¨un ángelque fue enviado a la Tierra, con una misión especial de crear mil ángeles¨. Se presenta como ser supremo dentro de la secta. Afirma que llega a la Tierra con una misión que está obligado a cumplir. Se representa como el responsable y encargado de instruir a seres especiales (los adeptos). Estos, a su vez, se comprometen "libremente" a cumplir las tareas encomendadas por él y obedecerán a la perfección hasta alcanzar el 7mo. nivel. Sólo así se convertirán, al igual que Juan, en maestros y en uno de esos mil ángeles que pisarán la Tierra. Desde esta perspectiva, él es el 'maestro' de todos. Un ser supremo. A la vez les ofrece a todos sus seguidores el mismo poder, respeto, admiración y estatus, pero siempre y cuando cumplan con obedecerle como verdaderos ángeles.
La filosofía de Juan Percowicz enseña que el hombre está categorizado en siete niveles. Cada ser humano que vive sin este conocimiento o que no lo entiende ni practica la doctrina de la Escuela Yoga de Percowicz, se encuentra entre el primer y tercer nivel de entendimiento. Tan sólo se asciende de un nivel a otro a través del aprendizaje adquirido por medio de las escuelas. Y, por supuesto, quien impone lo que se enseña en la escuela es él. El es quien manda, ordena, incluye o excluye.
Según los ex-adeptos él es como un Dios.
Al igual que en toda secta destructiva, la indoctrinación cumple la función de justificar el control, la coerción y la modificación de conducta. El líder les enseña que para lograr realizar una tarea de forma efectiva y poder evolucionar es necesaria la auto-observación continua y la obediencia ciega hacia él, porque es el único camino para quebrantar los egos. El adepto debe hacer todo lo posible para arreglar aquello de su personalidad que obstaculice su obediencia y sometimiento a las enseñanzas de la Escuela. Pero, claro está, el compromiso de obediencia ciega a Juan no se presenta como lo que realmente es sino como un paso necesario para la evolución personal del sujeto captado.
La indoctrinación que utiliza la Escuela Yoga de Buenos Aires se basa en las enseñanzas de la doctrina del 'Cuarto Camino', del escritor ruso esoterista George Ivánovich Gurdjíeffel, a las cuales los adeptos de la Escuela Yoga llaman 'Filosofía y Psicología'. Según Gurdjíeffel, el ser humano vive en un estado análogo al del sueño, del cual tiene que despertar y para ello, tiene que acordarse de sí mismo. La escuela provee las técnicas para lograr despertar, porque la apertura interior requiere de un conocimiento objetivo, que tan sólo puede adquirirse con la ayuda de 'algún guía con experiencia' que le ayude a conocerse y a estudiarse; a la vez que trabaja sobre la persona interesada en encontrarse a sí misma. Es decir, necesitan de un maestro que los guíe y Juan, siendo para ellos un ángel, es el maestro perfecto.
Hemos explicado que la doctrina de la escuela se basa en la idea de que el ser humano se divide en siete categorías; pero todos los hombres y mujeres del mundo que no han conocido esta doctrina se encuentran en
el mismo nivel
1, 2 ó 3. Se encuentran en el estado original desde el nacimiento. Las personas que asumen esta idea como verdadera discriminan contra aquellos que no pertenecen a su grupo, se perciben como superiores a los demás y están en peligro de encerrarse en la cárcel de las sectas peligrosas. La exclusividad de información y conocimiento es básica y necesaria para el ejercicio del control mental y la persuasión coercitiva. Obliga al sujeto que quiere evolucionar a obedecer la dotrina que se imparte en la Escuela.
En el sistema de Gurdieff, y según las enseñanzas del 'Maestro Juan', las tareas asignadas son bien abarcadoras, pueden consistir en trabajos físicos comunes, pero pueden llegar a ser también trabajos muy complicados, rituales gimnásticos, danzas extrañas o bailes eróticos. Juan Percowicz interpreta que la 'meta principal' de todas las religiones es la apertura interior y lo afirma como factor evidente dentro de su doctrina.